Tras el parón del verano, el movimiento de pensionistas ha reanudado las concentraciones que se venían celebrando cada lunes en las capitales vascas y en diferentes localidades. De forma común para todas ellas, el autodenominado movimiento de pensionistas de Euskal Herria, ha redactado un documento reivindicativo que, en síntesis, viene a decir:
1.- Que se han celebrado elecciones generales pero los problemas de las personas pensionistas no han desaparecido.
2.- Que el incremento del coste de vida está empeorando drásticamente las condiciones de vida de las personas pensionistas y pone cada vez más difícil acceder a una alimentación sana, a los medicamentos, a unas condiciones habitacionales dignas que garanticen la movilidad y una temperatura adecuada o el acceso a los servicios socio-sanitarios de atención a la dependencia.
3.- Que el IPC interanual es del 5% y el subyacente de 2023 del 6,2%, por lo que no es posible mantener y mejorar nuestras condiciones de vida si la pensión mínima es de 743,- € y 167.718 personas pensionistas, especialmente mujeres, en la CAPV y 51.306 en la Comunidad Foral Navarra tienen ingresos por debajo de 1.080 €.V
Compartiendo alguna de las cuestiones planteadas, sería conveniente dejar claro que el incremento del coste de la vida está afectando a las condiciones de vida del conjunto de la ciudadanía y especialmente a los sectores más vulnerables. Las personas pensionistas no somos las peor situadas ante esta indeseable situación.
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