ENVEJECIMIENTO Y VIDA PLENA

Desde el enfoque de envejecimiento activo hacia el del envejecimiento con vida plena

A lo largo de la vida experimentamos numerosas transiciones y cambios significativos. Algunas de esas transiciones las marca la propia biología, desde el nacimiento hasta la muerte y de forma inexorable. Otros cambios son más aleatorios y se corresponden con fases y circunstancias del itinerario vital de cada persona. Por ejemplo, cuando empezamos a ir a la escuela o a trabajar; cuando decidimos convivir en pareja o nos casamos, tenemos descendencia, nos separamos o enviudamos… Las transiciones son numerosas y en cada una de ellas nos toca replantear nuestro proyecto de vida para adecuarnos a la nueva situación de la mejor manera posible.

Sin duda, una de las transiciones más significativas es la vejez. Una transición biológica que, en muchos casos, aunque no siempre, coincide con la personal de la jubilación. Esta etapa de la vida es cada vez más larga. En Euskadi la esperanza de vida ronda los 85 años y afecta ya prácticamente a la cuarta parte de la población. Estamos, por tanto, ante una nueva realidad que va en aumento, genera incertidumbre y plantea nuevos retos, tanto en el plano personal y social, como en el político.

Ante esta nueva realidad, desde la asociación Helduak Adi! hemos reflexionado y aportado una propuesta de cambio de paradigma. Por una parte, la propuesta de “Bizitza Betea-Vida Plena”, en colaboración con la Dirección de Políticas Sociales del Gobierno Vasco. Por otra, la de “Zaharberri”, fruto de la colaboración con las asociaciones Aubixa y Aptes. En ambos casos se trata de complementar el tradicional concepto de envejecimiento activo con un enfoque más holístico e integral de la vejez desde una perspectiva de vida plena.

El concepto de envejecimiento activo ya fue un avance transformador frente a una visión negativa de la vejez, asociada a la teoría de la desvinculación y centrada en el deterioro físico, cognitivo y social. Supuso en su momento un cambio radical respecto al estereotipo imperante que contemplaba la vejez como una etapa vital asociada a la decrepitud, la dependencia y la exclusión de la vida social. El concepto de envejecimiento activo trataba de hacer ver que sólo es feliz y se siente satisfecha la persona que se mantiene activa, que produce algún rendimiento y es útil a su entorno familiar y social.

Con el nuevo paradigma que ahora aportamos desde la asociación Helduak Adi! queremos hacer ver que el bienestar no depende exclusivamente de la cantidad de actividades que llevemos a cabo, sino del sentido que se encuentre al realizarlas. Desde el enfoque de Vida Plena – Bizitza Betea, la acción, la vida activa adquiere sentido en la medida en la que se pone al servicio de la satisfacción y el logro de nuestras necesidades básicas como personas en tránsito y desarrollo continuo.

Más allá de la acción práctica y productiva, dos actividades que compartimos con otras especies animales, el ser humano es capaz de contemplar, de imaginar y de buscar la satisfacción y el placer no productivos. La contemplación y la imaginación son actividades específicas del ser humano y constituyen una forma tan válida o más que la acción y la producción a la hora de procurarse satisfacción y bienestar personal.

En este sentido, el cambio de paradigma que proponemos conlleva una nueva perspectiva sobre el envejecimiento. Una perspectiva que enlaza con el desarrollo personal constante a lo largo de toda la vida. No se trata tanto de mantener un cierto nivel de actividad para tratar de ser útiles y procurar añadir años a la vida, sino de progresar en el desarrollo de las dimensiones personales que hemos trabajado a lo largo de la vida, e incluso de descubrir y abordar otras nuevas quizás inexploradas.

Desde ese enfoque de envejecimiento con vida plena, aspiramos a que las personas mayores puedan elaborar y desarrollar proyectos de vida personalizados. Proyectos de vida que integren de forma complementaria el crecimiento personal, desde una visión global de todas las necesidades humanas, y el desarrollo comunitario y convivencial mediante la implicación y el compromiso en iniciativas de utilidad social que incidan en la mejora y el bienestar del colectivo de personas mayores y del conjunto de la sociedad.

En este sentido, una “vejez con vida plena” es aquella que desde la situación particular de cada cual y las condiciones y recursos del contexto, permite desarrollar al máximo posible las capacidades personales, así como satisfacer las necesidades básicas personales y sociales. Esa aspiración a la “vida plena” es compatible con las limitaciones particulares y propias de la vejez. En ese sentido nos gusta decir que uno de los retos importantes de las personas mayores es la de ´crecer decreciendo`.

Recientemente, el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco ha presentado la “Estrategia Vasca Con las Personas Mayores”. “Bizitza Betea” es uno de los once proyectos tractores que tiene el cometido de operativizar los compromisos adquiridos por la Estrategia. El objetivo de Bizitza Betea es el de contribuir a que los agentes formadores de nuestra comunidad elaboren y desarrollen actividades formativas para personas mayores desde el enfoque de vida plena. Los principales compromisos son tres: el de apoyar el desarrollo de proyectos vitales, individuales, de pareja o colectivos de las personas mayores; el de impulsar la capacitación para la vida plena; y el de acompañar las transiciones vitales asociadas al proceso de envejecimiento.

Conscientes de la importancia del Plan Estratégico del Gobierno Vasco como punto de partida y cobertura del modelo de envejecimiento de vida plena que proponemos en Helduak Adi!, también hemos elaborado como material complementario una “Guía para la elaboración de actividades formativas para personas mayores”. Su utilidad dependerá del uso que hagamos del mismo en alianzas estratégicas y programas de colaboración con otros agentes que trabajan en actividades de formación para personas mayores. Así mismo, vemos la necesidad de activar políticas de incentivación para que en el colectivo, cada vez más numeroso de personas mayores, prenda el interés por esas dinámicas de formación, orientadas hacia un crecimiento personal que tenga en cuenta todas las necesidades básicas de la vida y un desarrollo orientado a la implicación en proyectos de utilidad social.

La Ley de Aprendizaje a lo largo de la vida, aprobada en 2013 por el Parlamento vasco cuenta con una preciosa exposición de motivos en la que se afirma que el impulso del aprendizaje a lo largo de la vida está reconocido por la Unión Europa y otras reconocidas instancias internacionales, como una de las principales iniciativas que orientan el proceso de modernización de Europa en el siglo XXI. Y señala, en concreto, que uno de los objetivos de la Ley es “impulsar un sistema vasco de aprendizaje que atienda los deseos y necesidades de aprendizaje de la ciudadanía jubilada y que la prepare para el envejecimiento activo”.

Sin embargo, analizadas las partidas del gasto dedicado a la educación de las personas mayores, es evidente que aún son muy escasos los recursos destinados al desarrollo de esta Ley y del sistema vasco de aprendizaje de las personas mayores. En Helduak Adi! confiamos en que la iniciativa de la “Estrategia Vasca Con Personas Mayores” sea una oportunidad para desarrollar la Ley del Aprendizaje a lo largo de la vida y para dar un impulso más decidido a la formación de las personas mayores con los recursos necesarios. A ello hemos querido contribuir con nuestra manera de entender la vejez desde una perspectiva de Vida Plena-Bizitza Betea y con la elaboración de la “Guía para la elaboración de actividades formativas para personas mayores”.

Xabier Garagorri Yarza
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